Dice Jano García que hay que acostumbrarse a vivir durante varios meses con mascarillas, guantes y alcohol en gel. Porque aunque eso sea matar moscas a cañonazos, ayuda. El economista y escritor español ha hecho análisis estadísticos de la situación en la que se encuentra su tierra en esta crisis del coronavirus. Gracias a fórmulas matemáticas como la suya, se puede organizar una respuesta sanitaria. Pero él y la mayoría de los matemáticos del mundo están haciendo sus previsiones utilizando solo los datos graves, que son los que contabilizan los gobiernos. "No se conocen los contagios reales. Necesitamos tener tests masivos para saber el impacto real que ha tenido el coronavirus y en consecuencia saber si se ha alcanzado la inmunidad colectiva", razona.
Paralelamente y en función de esas esas curvas que traza, reitera que nada será igual en los próximos meses. "Ningún país puede permitirse realizar una actividad normal ni en mayo ni en junio. Ningún país puede permitirse importar más casos de los que tiene. Ningún país puede levantar una cuarentena sin testeos porque eso podría suponer volver al punto de partida. Y ningún país puede soportar dos confinamientos en un mismo año", dice, con esa reiteración del adjetivo indefinido. Su mensaje que es que hay una parte de datos que no conocemos y esa ignorancia puede traducirse en muertes.
- ¿Qué son los modelos matemáticos del coronavirus?
- Los modelos matemáticos nos permiten prever los escenarios a los que nos vamos a enfrentar a través de fórmulas y ecuaciones. Con un buen modelo, que incluya las variables correctas, se puede saber cuándo sucederá el pico de contagios diarios y cuándo decaerá; se puede trazar la curva de los casos activos y se pueden estimar las víctimas. Por desgracia, eso no depende solo de la matemática. Intervienen otros factores, como el sistema sanitario, las medidas adoptadas, la detección rápida, el número de tests realizados, etcétera. Ante ese conjunto, la transparencia del gobierno es clave para saber con precisión cómo salir de cada fase.
- Las autoridades de Argentina aguardan un pico de contagios para mayo. ¿Nos podemos fiar de las previsiones?
- Desconozco si el gobierno argentino está dando cifras reales o, por el contrario, solamente está contabilizando los casos graves. En general no dicen ni los casos reales ni las muertes reales, para evitar el caos y el pánico en la población. Dicho esto, debemos tener en claro que cuando se habla del pico de la curva se debe especificar a qué curva se hace referencia.
- ¿Cómo se leen las curvas?
- No es lo mismo la curva de casos totales (que jamás tiene un pico y nunca tiene una pendiente negativa) que las curvas de contagios diarios y de casos activos. Para que la gente lo entienda, lo fundamental es pasar rápidamente el pico de la curva de contagios diarios. Una vez superada esa etapa, resta afrontar la curva de casos activos. La pandemia es vencida cuando la curva de casos activos tiene una pendiente negativa.
- ¿Qué es la curva de casos activos?
- Simplemente, una fórmula: con los casos totales (recuperados más defunciones) se establece el número de casos activos. Si los activos son muy elevados, se produce un mayor número de muertos. Es fundamental que tanto las curvas de contagios diarios como de casos activos se encuentren lo más aplanadas posible.
- ¿Qué diferencia hay entre mitigación y supresión?
- La mitigación busca controlar el ascenso de la curva para así no tener que recurrir al confinamiento obligatorio. Pero esa medida ha demostrado ser inútil. La única alternativa es parar el primer tsunami a través de la supresión total del contagio. Y para eso hay que confinar a la gente en sus casas por un período no menor de un mes y medio. A partir de ahí, todo dependerá de la cantidad de gente que haya sido infectada. Cuanto mayor sea ese porcentaje, mejor: eso supone un nivel de inmunidad colectiva mayor.
- En Italia, sobre todo en Lombardía, están realizando tests masivos incluso a quienes no tienen síntomas, con el objetivo de identificar a los asintomáticos. ¿Por qué es importante?
- Los cálculos estiman que alrededor del 60 % de los infectados son asintomáticos; es decir, no presentan síntomas pero contagian a otras personas. Es necesario identificarlos para poder aislarlos hasta que dejen de ser infecciosos. Además, si no son identificados, una vez levantado el confinamiento pueden propagar el virus de forma muy rápida de nuevo.
- ¿El curso escolar y universitario debería reanudarse?
- Bajo ningún concepto. Por suerte, este virus tiene una letalidad muy baja en los niños y en los menores de 35 años. Pero ellos son armas letales para sus padres o abuelos.